Después del incidente padre-cortadas-ansiedad-incapacidad de llanto-sensación de muerte, llegó la calma en la tarde, antes de la tempestad claro está.
En la tarde empece a sentirme fatal, con el abdomen distendido, eructos, gases, y dolor de tripa, supuse que pasaría eventualmente. Pues en la noche he empezado a vomitar como una bestia, con ardor insoportable en la boca del estómago y con ganas de abrazar el váter y quedarme ahí por siempre. de repente la puerta del baño empieza a balancearse con los golpes, mi madre grita desde fuera algo ininteligible y yo, algo confundida por la deshidratación abro la puerta (error).
Mi madre (palabras más, palabras menos) me dice que soy una bulímica de mierda, que en su casa no se vomita, que estuve "todo el día tragando como un cerdo para después venir a vomitar en la noche".
Mi respuesta: llanto incontrolable, reproches, decirle que no necesita recordarme que soy una mierda porque a cada momento mi mente se empeña en recordármelo. Le dije a mi madre que estaba triste, que pensaba en la muerte bastante a menudo, que había vuelto a cortarme, en fin, que me frontalicé frente a la situación y saqué más de lo que pretendía. Intenté explicarle que no tenía sentido vomitar casi 6 horas después de comer en el sentido purgativo de la palabra y que estaba ENFERMA y no de bulimia sino de algún puto virus, bacteria o parásito.
Después me levanté otra vez, en esta ocasión por diarrea, acompañada de vómito posterior (perdón por ser tan explícita), al salir mi madre estaba afuera nuevamente, diciendo que buscara donde internarme porque ella no iba a dejar que una sinvergüenza como yo, la enfermara a ella y a mi padre con mis tonterías. Lo bueno de este incidente es que sin duda quedó claro que necesito ir al médico (así ella piense que sea por vomitar), lo malo es que mi madre logró una vez más destrozar mi espíritu.
Mi madre me acompañó al día siguiente al psiquiatra, al cual odia de los tratamientos anteriores (le parece poco profesional), él siempre me ha tratado y por eso para mí es importante que lo siga haciendo, siento que me conoce, además que me cobra menos de la mitad de su tarifa habitual y me regala los medicamentos; qué más le puedo pedir.
Ella quiere que me interne, lo cual es absolutamente innecesario, puede que no esté en mi mejor momento, pero definitivamente tampoco estoy tan mal como para necesitar internarme de nuevo. Afortunadamente Daniel (mi psiquiatra) se lo explicó claramente y el asunto quedó zanjado. Desde ese día, las cosas en casa han sido "más amables", así que todos contentos.
No cortes, no vómitos, comiendo de más, pero con ganas de arreglarlo todo la próxima semana. Ayer he tenido mi examen oral de cirugía, el cual preparé en menos de 12 horas debido al "incidente", y aunque un 8 no era lo que tendría que haber sacado, pues era más de lo que merecía. El viernes tengo mi examen final de cirugía y paso a ginecología y obstetricia donde mi carga de trabajo se incrementará exponencialmente y lo agradezco, no quiero pensar, porque mi debilidad soy yo misma y sólo quiero ocuparme de asuntos externos.
Contra la checklist del día pasado, ahora me concentraré más en mi wishlist:
1. Ser fuerte
2. Adelgazar
No pido nada más.